The Binding of Isaac fue creado por Edmund McMillen y Florian Himsl y se lanzó originalmente en 2011. McMillen, reconocido por su trabajo en Super Meat Boy, quería desarrollar un juego pequeño en Flash para desconectarse un poco del estrés de los proyectos más grandes. La idea principal se inspiró en su infancia y en sus conflictos con la religión, específicamente en la historia bíblica del sacrificio de Isaac.
El juego se concibió como un roguelike con elementos de RPG y mecánicas inspiradas en clásicos como The Legend of Zelda. Lo que empezó como un simple experimento creativo, rápidamente se transformó en un fenómeno masivo gracias a su jugabilidad adictiva y sus temas oscuros pero cautivadores.
El desarrollo de The Binding of Isaac fue rápido y eficiente. McMillen y Himsl lo crearon en tan solo unos meses utilizando Adobe Flash, lo cual limitó algunos aspectos técnicos, pero permitió un desarrollo ágil.
McMillen se encargó principalmente del arte, el diseño de personajes y la estructura narrativa, mientras que Himsl trabajó en la programación. El estilo artístico caricaturesco y grotesco del juego se convirtió en una de sus marcas distintivas, así como su humor negro y sus múltiples referencias a la cultura pop y a conceptos religiosos.

The Binding of Isaac fue un éxito inmediato en la comunidad indie y se popularizó aún más gracias a streamers y creadores de contenido que mostraban sus partidas y descubrimientos. Aunque el juego fue criticado por su temática oscura y controvertida, fue justamente eso lo que le otorgó un atractivo único.
El juego original pronto demostró sus limitaciones técnicas por haber sido desarrollado en Flash. Esto llevó a McMillen a colaborar con Nicalis para desarrollar una versión mejorada llamada The Binding of Isaac: Rebirth en 2014, creada en un motor más potente que permitió mejoras gráficas, nuevo contenido y la expansión de la jugabilidad.
Desde entonces, el juego ha recibido múltiples expansiones como Afterbirth y Repentance, que agregaron nuevos personajes, enemigos, objetos y mecánicas que mantuvieron viva a la comunidad.

- El título del juego es un claro guiño al relato bíblico del sacrificio de Isaac, pero también es un reflejo de las experiencias personales de McMillen con la religión y su crianza.
- En su lanzamiento original, el juego fue rechazado por Nintendo para la eShop de 3DS debido a su contenido religioso. Sin embargo, años después fue finalmente aceptado para la Switch.
- El diseño de los objetos y enemigos se basa en gran medida en la improvisación, permitiendo que McMillen experimentara con ideas raras y bizarras que muchas veces quedaban en el juego final.
- McMillen creó personajes con personalidades específicas que reflejan sus propias emociones y pensamientos, convirtiendo el juego en una especie de introspección personal.
The Binding of Isaac es un claro ejemplo de cómo un proyecto experimental puede convertirse en un fenómeno cultural. La combinación de su jugabilidad desafiante, su estilo artístico único y sus temas profundos pero accesibles lo han convertido en un clásico del género roguelike.
Incluso después de más de una década, el juego sigue siendo relevante, tanto para jugadores como para desarrolladores indie que buscan inspiración.