Indie de la semana

Una tragamonedas orgánica, enemigos grotescos y decisiones al azar. CloverPit es incómodo, impredecible y visualmente inquietante. Un indie que apuesta por lo raro.

Una tragamonedas orgánica, enemigos grotescos y decisiones al azar. CloverPit es incómodo, impredecible y visualmente inquietante. Un indie que apuesta por lo raro.

Construye tu base en un asteroide, gestiona recursos y guía a una colonia de aves espaciales en este simpático y colorido juego indie que mezcla estrategia, exploración y mucho encanto.

En plena tormenta de grandes lanzamientos, Shape of Dreams no solo se hizo notar: vendió más de 100.000 copias en un día. Un roguelike con identidad propia que apuesta al juego cooperativo y a una ambientación onírica inolvidable.

Un queso maldito, un asesinato absurdo y un protagonista que parece salido de una pesadilla de dibujos animados. Bad Cheese es uno de los indies más raros del mes... y probablemente también uno de los más memorables.

Tras siete años de anticipación, Silksong llega al fin y lo hace con equilibrio: respetando el legado del original, desplegando nuevas mecánicas, arte y un precio accesible.

Wheel World propone un viaje en bici sin enemigos, sin relojes ni presión. Es una propuesta estética y emocionalmente cálida, aunque no siempre logra mantener el interés hasta el final.

Un carrito de libros junto al mar, vecinos que recuerdan tu nombre y decisiones que marcan cada capítulo. Tiny Bookshop es una carta de amor al trabajo tranquilo y los vínculos cotidianos.

Un juego de exploración sin combate, donde cada paso revela más de un mundo enterrado. Everdeep Aurora emociona sin levantar la voz.

Una aventura mágica entre montañas, calabozos y vínculos sociales. Descubrí por qué este indie es uno de los favoritos del mes.

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Últimas noticias

Magos torpes, hechizos fuera de control y castillos que se resisten. La diversión en YAPYAP no está en hacerlo bien, sino en hacerlo juntos... y mal.

Una era donde los golpes pesan, las decisiones duelen y la sangre no se esconde. Kinstrife propone una experiencia medieval cruda y realista, con un sistema de combate basado en física y una ambientación que busca incomodar. ¿Estamos ante el nuevo referente de los RPG medievales?

Algunos juegos parecen diseñados para frustrar, incomodar o confundir al jugador. ¿Estamos ante una forma de arte radical o simplemente ante una excusa para no entretener?

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